12 planes sencillos para cautivar a los niños con la astronomía

¿Quiere mostrar las estrellas a los más pequeños de la casa y cautivarles con la astronomía? He aquí 12 maneras de conseguirlo.

Niños y astronomía son una combinación infalible. Y es que los niños aún conservan dos capacidades extraordinarias que la mayoría de los adultos ya hemos perdido.

¿Que cuáles son?

Pues la curiosidad y la capacidad de asombro.

¿Y dónde encontramos la mejor fuente de ambas? Claramente no mirando hacia abajo, al móvil, sino mirando hacia arriba, a la infinidad del Universo, que nos ofrece mucho más para explorar.

En este artículo explicamos diferentes estrategias para que los niños:

- se interesen por la astronomía;

- se animen a salir de observación con los mayores y

- descubran la naturaleza y un sinfín de conocimientos.

Permítanme que les cuente una historia: una tarde hace años, mientras oteaba el recinto de nuestro observatorio, vi un montón de niños. Parecía una clase de excursión; bueno, ¡más bien como cuatro clases juntas! Aquel verano el Sol pegó muy fuerte y los campos alrededor del observatorio olían a heno; y allí había doscientos pares de ojos hambrientos esperando impacientes que saliesen las primeras estrellas.

No contábamos con semejante visita.

¿De dónde venían aquellos niños?

Desde nuestra asociación de amigos de la astronomía habíamos puesto en marcha una iniciativa: un campamento de verano en el observatorio VHS. Niños de todas las edades estaban ansiosos por observar las estrellas. El recinto tenía el aforo limitado a 20 niños y las plazas se agotaron ya el primer día del periodo de registro. La señora de VHS no paraba de llamarnos para que ampliásemos en la medida de lo posible la lista de participantes. Así que todo aquello acabó convirtiéndose en un gran evento para niños astrónomos que solo querían una cosa: aprender más sobre las estrellas. Parece que simplemente necesitaban a alguien que les enseñase.

Aquella experiencia demostró que todos los niños sienten un interés tremendo por el Universo y que solo hay que incentivarlo y mostrarles las estrellas de manera activa.

Hoy en día son pocas las personas que saben algo sobre constelaciones. ¿A cuánta gente conoce que pueda decirle qué astro es cuál en una despejada noche de verano? Seguramente a nadie, salvo que algún miembro de su familia practique la astronomía en su tiempo libre.

Los ancestrales conocimientos sobre las constelaciones son un precioso legado que transmitir a los niños. Además, si no es un tema que domine personalmente, siempre puede compartir ilustrativas sesiones de observación con los más pequeños de la casa.

Para ello solo necesitará algo que seguro que tiene a mano por ahí: un planisferio giratorio.

Empiece por la Osa Mayor, después busque la estrella polar y termine con el famoso triángulo estival.

Sus conocimientos irán creciendo con cada noche que pase con sus hijos contemplando las estrellas.

¿Alguna vez ha salido de excursión con los niños por la noche?

Todo lo que se sale de la rutina diaria siempre resulta muy emocionante. Al menos para los peques. Seguro que estallan de ilusión en cuanto oigan hablar de una excursión bajo la luz de las estrellas: ¡salir con los padres cuando normalmente están durmiendo, menuda aventura!

Para ellos percibir el frío, los olores y los sonidos de la noche es toda una experiencia nueva.

Y es que al caer el sol, la naturaleza se transforma en un espectáculo tan digno como las estrellas que decoran el cielo nocturno. Deje que sean ellos quienes busquen el lugar más oscuro para poder ver mejor las estrellas. Y después obsérvenlas juntos.

- ¿Dónde está la Osa Mayor?

- ¿Quién encuentra antes la estrella más luminosa? ¿Y cómo se llama?

- Con un poco de fantasía, intenten ver las figuras de las constelaciones.

- ¿Dónde está la banda de la Vía Láctea?

El camino de vuelta es un buen momento para responder preguntas como por qué el Universo es tan grande o por qué brillan las estrellas.

Cada día más de 10 toneladas de material extraterrestre arden en nuestra atmósfera, desde partículas de polvo hasta pequeños fragmentos de roca. Cuando un objeto muy pequeño atraviesa la atmósfera, este arde a unos 70 km de altura y entonces se genera una luz. Se trata de un meteoro.

Las lluvias de meteoros son una de las observaciones más bonitas que el cielo nocturno nos ofrece. ¡Incluso hay quien formula un deseo cuando ve uno de estos meteoros surcar el cielo! La verdad es que no son un acontecimiento poco frecuente, siempre que uno sepa hacia dónde mirar.

A lo largo del año se producen varias de estas denominadas lluvias de estrellas, que nacen en las nubes de materia del Sistema Solar y se cruzan en el camino de la Tierra. Cuando esto ocurre, no solamente brilla un meteoro, sino cientos de ellos por hora.

La lluvia de estrellas más conocida es la de las Perseidas, de la que podemos disfrutar todos los años en la noche del 11 al 12 de agosto.

Y un plan genial para hacer con los niños es una acampada nocturna: no hay más que extender las esterillas, meterse dentro del saco de dormir y mirar al cielo.

¡Esta es una tradición que en mi familia repetimos cada año! Siempre prestamos mucha atención, pero no suele ser hasta que ya casi estamos todos dormidos, que alguno descubre un bonito meteoro que surca el cielo y despierta al resto con toda la emoción.

Es una experiencia ciertamente inolvidable.

¿Seguimos leyendo? La verdad es que si ha llegado hasta este punto del artículo, posiblemente pertenezca a ese grupo de personas, tanto niños como mayores, que cuando coge un libro, lo lee. Y es que lamentablemente cada vez somos menos. En 2019, solo había 12,9 millones de personas que leyesen de forma regular. En tan solo cuatro años esta cifra se ha reducido en 1,2 millones (fuente: Statistika).

Las novelas y los libros especializados nos abren las puertas a nuevos mundos: el mundo de la fantasía y el mundo del conocimiento.

¿Quiere que sus hijos se unan a este selecto grupo de lectores?

Entonces no dude en regalarles un libro infantil sobre astronomía o un gran atlas del Universo.

Pueden dedicar cada día un ratito a leer al final de la tarde o antes de irse a dormir.

Todavía no lo tenemos todo perdido ya que, según un estudio, para mantener viva la llama de la lectura se necesita a un 61% de lectores habituales.

Todo el mundo necesita un pequeño cambio de aires de vez en cuando, y los astrofanes no son ninguna excepción.

Para eso están las asociaciones de aficionados, por ejemplo, los observatorios. La visita uno de estos centros siempre resulta de lo más emocionante.

Nos brindan la oportunidad de observar las estrellas junto con otras personas, e incluso de mirar los planetas, nebulosas y galaxias a través de un telescopio gigante.

Hay observatorios en prácticamente todas las grandes ciudades, e incluso en zonas rurales. Seguro que tiene alguno cerca. Generalmente, cuando el tiempo acompaña, suelen organizar una noche de observación abierta a la semana. ¿Qué le parecería llevar a los niños de excursión algún día de vacaciones?

Si durante la excursión al observatorio los niños se han quedado prendados de las estrellas, entonces ha llegado el momento de que tengan su propio telescopio. Y es que no hay nada mejor que explorar las estrellas por uno mismo. El mero hecho de encontrar un objeto celeste que no se ve a simple vista ya supone una emocionante victoria.

En nuestro sitio web encontrará numerosos telescopios ideales para niños que harán disfrutar a toda la familia. Eche un vistazo.

Para niños recomendamos especialmente los telescopios Dobson más compactos, ya que se pueden instalar sobre una mesa o una pequeña plataforma. La ventaja de este telescopio es que es muy fácil de transportar, se monta en un abrir y cerrar de ojos y los niños pueden desplazarlo en todos los ejes sin necesidad de conocimientos ni de entrenamiento previos. El Dobson es el telescopio más intuitivo y no requiere de preparativos ni de esperas. Por eso es ideal para niños, porque podrán empezar a observar desde el primer momento.

Es una opción genial para regalar por el cumple o por Navidad.

¿Sabe qué es una senda para astrónomos?

Se trata de una ruta decorada con los planetas del Sistema Solar, por la que uno pasea distendidamente y va aprendiendo cosas nuevas de astro en astro.

Solo que, ¿cómo explicar a los niños el tamaño real del Sistema Solar? Hay modelos por ordenador con los que puede intentar mostrarles lo enorme que es el Sol y cuánto más pequeña nuestra Tierra.

¿Y qué pasa con las distancias? Las podemos recitar tal cual, pero no podemos imaginárnoslas. Sin embargo, en una de estas sendas es muy fácil visualizarlas.

Existen en muchos lugares gracias al trabajo de municipios, escuelas y asociaciones. Se trata de paseos de varios kilómetros que empiezan por el gigante Sol y van pasando de planeta en planeta hasta llegar al límite del Sistema Solar, Neptuno.

Infórmese, seguro que encuentra una de estas sendas cerca. Basta con escribir en Google "senda astronómica" y el nombre de la ciudad más cercana.

¿Hay ganas de astronomía pero el tiempo no acompaña? Pues siempre se puede ir al cine, a uno de estrellas...

Estos días de mal tiempo son ideales para ir al planetario. Al igual que los teatros o los cines, los planetarios tienen muchas filas de asientos, un gran proyector en el centro y una enorme cúpula blanca que se extiende sobre nuestras cabezas.

En ella se simula el cielo estrellado y todos los acontecimientos astronómicos con total realismo. En poco tiempo se habrá sumergido tanto en el Universo que se olvidará de que en verdad se encuentra en una gran sala.

Esta lista recoge algunos de los planetarios disponibles en España.

Picasso decía que todo niño es un artista.

¿Quién podría saberlo mejor que alguien de su talla? Deje que sus hijos den rienda suelta al artista y al constructor que llevan dentro y creen objetos astronómicos.

¿Cómo?

Con los kits de manualidades astronómicas. Encontrará un montón entre los que elegir. Así podrán sentarse en familia alrededor de la mesa y construir un genial telescopio de cartón, o un cielo estrellado, o un planetario de Copérnico con todo el equipamiento mecánico para girar.

Aunque también pueden echarle imaginación e improvisar alguna creación relacionada con la astronomía. Por ejemplo, en nuestro grupo de jóvenes del observatorio nos inventamos un juego de mesa con muchas astropreguntas.

Con las manualidades no hay espacio para el aburrimiento: los niños se lo pasan en grande y, además, trabajan la psicomotricidad fina.

Otro plan es ver una peli. Una película sobre temas astronómicos también es una fuente de conocimientos.

Además de películas aptas para niños, también hay infinidad de documentales sobre el Sol, las estrellas, la Luna y el cosmos, así como viajes espaciales.

A veces en televisión también hay contenidos científicos para los más pequeños, que suelen abordar el tema del espacio. Y no olvidemos la mediateca, que es un buen sitio para buscar más contenidos.

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Lo extraordinario es que no estará sobre la faz de la Tierra, sino en el espacio, en una nueva estación. En el hotel espacial de Orion Span una escapada de 12 días con el vuelo solo cuesta 9,5 millones de dólares americanos que, obviamente, también incluyen todas las amenidades que el espacio ofrece. Habrá una holocubierta como la del Enterprise en Star Trek, solo que allí no verá al capitán Jean-Luc Picard.

Si le parece un poco caro para unas vacaciones en familia o simplemente le suena demasiado a "ciencia-ficción", ¿qué le parece entretener a los pequeños de la casa con historias sobre el futuro o cuentos relacionados con la ciencia? Así empezaron muchos astrónomos aficionados, ¡y seguro que también funciona con sus hijos!

Un ejemplo que puede servir de inspiración es una interesante serie de libros alemana titulada "Der kleine Major Tom" ("El pequeño comandante Tom"), que la editorial Tessloff publica desde 2018. La serie nace de la colaboración de su autor, Bernd Flessner, con el centro alemán para la navegación aérea y espacial, encargada de revisar todo el contenido científico de las historias. El volumen 1 versa sobre la vida de Tom en una estación espacial. Su padre debe abandonar la estación para un trabajo, así que el comandante Tom y su amiga Stella se quedan al mando. Entonces restos de basura espacial amenazan con chocar contra la estación. Podría ser la misión más difícil a la que los niños jamás se hayan enfrentado.

Otro ejemplo muy similar, también en alemán, es la colección de libros infantiles Kepler62 de la editorial Kosmos.

Y hablando de historias y aventuras, en el cielo también hay valientes héroes que tuvieron que cumplir difíciles misiones, como las de los libros. En agradecimiento por su valor, quedaron reflejados para siempre en el firmamento.

La mitología griega cuenta al menos una historia, sino más, para cada constelación.

He aquí un ejemplo: Orión era un orgulloso y vigoroso cazador. Disfrutaba tanto, que se propuso dar caza a todos los animales que se cruzasen en su camino. Pero aquello no le gustó a Gaia, la diosa de la tierra, que le envió un escorpión para frenarle de una vez por todas. Este le picó a Orión, cuya vida no se pudo salvar; entonces ambos fueron elevados al cielo, donde todavía hoy se les puede ver dándose caza eternamente, porque cuando Orión se pone por el oeste, Escorpio sale por el este. ¡Puede comprobarlo con sus propios ojos!

Existen muchas obras recomendables sobre la mitología detrás de las estrellas.

Lo bueno de estas historias es que embaucarán a sus hijos y les ayudarán a aprenderse sin esfuerzo las constelaciones. Además, siempre pueden desarrollarlas y ampliarlas.

¡Hora de salir à la belle étoile!

Estas son nuestras 12 propuestas para convertir a sus hijos en auténticos astrónomos. No dude en ponerlas en práctica. Descubra la astronomía a los niños o a toda la familia y salgan ahí fuera a admirar las estrellas.

Por cierto, en nuestro sitio web encontrará numerosos telescopios ideales para niños que harán disfrutar a toda la familia. Eche un vistazo.

Marcus es observador de estrellas, creador de contenidos y autor de libros. Desde 2006 ayuda a la gente a encontrar el telescopio adecuado para ellos, y ahora también por medio de artículos y vídeos. En su libro "Mein Weg zu den Sternen für dummies Junior" (Mi camino hacia las estrellas para niños) muestra a los más jóvenes lo que pueden encontrar en el cielo nocturno.

Como buen adicto a la cafeína, su sueño es llevarse su cafetera de espresso a sus sesiones de astronomía bajo las estrellas.