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Práctica

9 trucos para planificar observaciones

Planificar observaciones: para disfrutar aún más de la astronomía. En este artículo le explicamos lo sorprendentemente sencillo y eficaz que puede ser una buena planificación.

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Imagine como sería disponer de una herramienta con la que adquirir una gran experiencia de observación para conseguir descubrir algo nuevo cada noche. Con ella, tanto principiantes como astrónomos con algo de experiencia no tardarán en convertirse en auténticos veteranos.

En este artículo aprenderá:

  • cómo dejar de adivinar lo que se puede observar;
  • por qué es mejor contar con un pequeño plan de observación;
  • cómo mejorar la calidad de las observaciones.

El summum del aburrimiento astronómico

La nebulosa de Orión, la galaxia de Andrómeda o las Pléyades: quién no siente atracción por los objetos celestes más brillantes y espectaculares... Forman parte del programa de visitas obligadas del cielo nocturno; son auténticos regalos para la vista que deleitan hasta a los observadores más avezados.

Sin embargo, hay observadores que han sucumbido al summum del aburrimiento astronómico: noche tras noche se quedan bajo el cielo preguntándose qué observar, incapaces de encontrar una salida. Lo único que les viene a la cabeza son los grandes referentes de siempre.

Pero hay una solución para conseguir que las observaciones sean aún más interesantes. Los siguientes pasos le ayudarán a planificar mejor sus observaciones y a evolucionar como astrónomo para llegar a explorar destinos astronómicos menos conocidos.

1. Mejor planificar que improvisar

Por un lado, hay personas a las que les gusta guiarse por su intuición y huyen de los preparativos. Actúan por impulsos. Por otro, también hay planificadores que necesitan meditarlo todo meticulosamente de antemano. Ambos enfoques tienen sus ventajas. Pero concretamente en astronomía (una ciencia, no un arte) recomiendo encarecidamente llevar a cabo ciertos preparativos previos. ¡Que no cunda el pánico! Nada complicado ni difícil. Una planificación mínima contribuye a enriquecer enormemente la experiencia de observación.

2. Nada de procrastinar

Llega la tarde y el cielo se abre de repente... No espere justo a ese momento para empezar a pensar en los objetos que podría observar. Es mejor hacerlo con calma durante el día o incluso con unos días de antelación. Así, al tener el planning ya listo en un papel o en la cabeza, evitará sorpresas desagradables.

3. Vaya paso a paso

El gran problema que tienen los telescopios con GoTo es que invitan a pegarse auténticos "maratones astronómicos". No, no estamos hablando de Netflix, sino de quedarnos atrapados en un bucle sin fin, mirando un objeto tras otro. ¿Qué nos brinda este tipo de observación? ¿Disfrutamos así realmente de cada objeto individual? Es importante que las observaciones sean de calidad. Por eso es mejor concentrarse solo en unos pocos objetos e intentar identificar el mayor número posible de detalles en ellos.

3. Vaya paso a paso

4. Aproveche los momentos de oscuridad

La Luna tiene el poder de hacer aullar a los lobos, y también a unos cuantos astrónomos. Me refiero a los amantes del cielo profundo (disculpas a los aficionados a la observación lunar). Siendo sinceros, la verdad es que resulta muy molesto que la Luna salga justo por donde estamos buscando el Casco de Thor... Por eso siempre es mejor comprobar a qué horas sale y se pone nuestro satélite. Naturalmente, las noches de Luna nueva no hay problema.

5. ¿Qué nos ofrece el cielo?

Oriéntese en función de las estaciones. Use un mapa estelar o una aplicación de planetario para saber qué ofrece el cielo en cada momento. La primavera, por ejemplo, es temporada alta para cúmulos de galaxias, mientras que el verano trae muchas nebulosas de emisión. Elija una constelación céntrese en ella. ¿Cuándo sale y cuándo alcanza su punto más alto?

6. ¿Quién ha cambiado la hora?

¿Cuánto tiempo puede dedicar a sus observaciones? ¿Una noche entera o solo una hora? ¿Y cuántas veces al mes? A veces resulta difícil conciliar aficiones con las obligaciones del día a día. ¿Y cuánto tiempo necesita para llegar al lugar de observación e instalar el equipo? No olvidemos que cada objeto requiere su tiempo para encontrarlo y observarlo. Si tiene que madrugar a la mañana siguiente, será mejor que planifique un programa de observación sencillo.

7. Salga de su zona de confort

¿Cuáles son sus objetos celestes predilectos? ¿Acaso la nebulosa de Orión, M13 o la nebulosa del Anillo? Estos son exactamente los destinos astronómicos que se observan sin necesidad de ningún plan. Si no sale de su zona de confort, nunca conseguirá vivir nuevas experiencias.

Sin embargo, estos objetos de referencia pueden serle de utilidad a la hora de planificar una observación. Busque un objeto conocido en un atlas estelar y explore la zona en busca de otros objetos cercanos que aún no conozca. Otro método efectivo es ponerle título a la sesión astronómica, por ejemplo, "Hoy me centraré en las estrellas binarias próximas en el Hexágono invernal o probaré con Sirio B".

Pero cuidado: compruebe la calidad del cielo de su lugar de observación y las prestaciones de su telescopio. No sirve de nada intentar buscar cinco objetos y no poder encontrar ninguno. La diversión viene de la mano del éxito.

8. Márquelo todo en un mapa o escríbalo en una lista

¿Ha elegido un par de objetos para su próxima sesión? Genial, entonces señálelos en un mapa o haga una pequeña lista con los objetos en cuestión.

Basta con un pequeño papel escrito a mano. Ordene los objetos según el mejor momento para observarlos o la hora a la que alcancen el meridiano. Por lo demás, asegúrese de que su plan sea lo más sencillo posible.

8. Márquelo todo en un mapa o escríbalo en una lista

9. Recuerdos de puño y letra

Lleve un registro de sus observaciones. Lo mejor es un diario de observación en el que anotar cada objeto observado y las impresiones visuales. Esto nos ayuda a tomar más conciencia de los posibles detalles. La experiencia observación cobra automáticamente más intensidad. Y también entrenamos la visión astronómica. Después, siempre podemos consultar qué hemos observado y qué merece la pena volver a mirar.

Conclusión

Si planifica sus observaciones, tenga la certeza de que la próxima noche despejada será todo un éxito. No solo ampliará su experiencia astronómica, sino que también alimentará la emoción, porque siempre tendrá un programa nuevo e irá mejorando en la búsqueda de objetos difíciles. Además, en la próxima reunión con colegas podrá compartir sus últimos descubrimientos, en lugar de limitarse a hablar de la nebulosa del Anillo.

Autor: Marcus Schenk

Marcus es observador de estrellas, creador de contenidos y autor de libros. Desde 2006 ayuda a la gente a encontrar el telescopio adecuado para ellos, y ahora también por medio de artículos y vídeos. En su libro "Mein Weg zu den Sternen für dummies Junior" (Mi camino hacia las estrellas para niños) muestra a los más jóvenes lo que pueden encontrar en el cielo nocturno.

Como buen adicto a la cafeína, su sueño es llevarse su cafetera de espresso a sus sesiones de astronomía bajo las estrellas.